domingo, 10 de mayo de 2015

Diamantes de carbón

Si me diseccionaran encontrarían todos los fracasos, todas las lágrimas que me tragué, tanto por cobardía como por orgullo, y si mirasen bien, en el fondo, verían que guardo también los días de sol, cuando sólo se me oía reír. 

Si pudieran verme por dentro descubrirían que brillo más cuanto menos luz tengo, y es contradictorio, pero he aprendido que los diamantes no son más que carbones perfectos, carbono en su máxima exponencia.

Que alimento las pesadillas que no me dejan dormir para que acaben siendo el motivo de vivir, o el de dar el salto.
Al vacío.

Cuando me siento en el fondo, cuando creo que no me puedo hundir más, me miro en todos los espejos buscando algo que me haga distinta y especial, algo que haga que si te tengo enfrente, quieras volver a jugar.

Como si se pudiera lograr la perfección de entre la oscuridad, como si creer en ello lo hiciera real.

Y ¿por qué no?
¿Acaso no hay quienes creen en un Dios?

N*

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